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La política y los buenos proyectos

Javier Orozco Alvarado
E-Mail: orozcoalvaradoj@yahoo.com.mx
Doctor en Economía Internacional y Desarrollo Económico.
Ex Rector del CUCOSTA. Vice-presidente de Estudios para el
Desarrollo de la Costa Norte de la Fundación  Colosio, Jalisco.
Estamos por celebrar el vigésimo aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio, quien fuera asesinado el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, en la Ciudad de Tijuana; pero cuyo hecho  nunca quedó suficientemente esclarecido. Este magnicidio, tiene sin duda, varias aristas, no sólo porque Colosio representaba una importante corriente política dentro del PRI, sino porque compartía también grandes coincidencias con muchos intelectuales progresistas del país y porque cuestionaba la conveniencia o no del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Y cuando digo que Colosio representaba una corriente política dentro del PRI, es porque en este partido, al igual que en todos los demás, hay muchos grupos con distintos intereses y diversos puntos de vista sobre qué es lo que más conviene al país y a todos los mexicanos. Recuerdo que, por esa época, desde el inicio de su candidatura, tuve la oportunidad de intercambiar muchos puntos de vista sobre la situación y el futuro económico del país, con Mariano Palacios Alcocer, uno de sus más cercanos colaboradores; con quien compartía grandes coincidencias sobre los riesgos del TLCAN y la necesidad de impulsar reformas económicas que verdaderamente beneficiaran a México.
En lo personal y, a lo largo de mi carrera, siempre he mantenido una actitud crítica, independientemente de las personas o los gobiernos, porque estoy convencido que la política debe ser un instrumento fundamental para resolver las diferencias, las desigualdades, la inequidad y la injusticia que ejercen unos individuos sobre los otros. Por eso, en su momento, decidí sumarme al proyecto que encabezaba Luis Donaldo Colosio y su grupo de colaboradores del PRI.
En épocas más recientes, me he sumado a otros proyectos, a los que no sólo he criticado sino que he apoyado de diversas maneras, como fueron la campaña de Gustavo Villaseñor para la alcaldía del periodo 2004/2007 y Javier Bravo Carbajal, para el gobierno municipal 2008/2010.  Particularmente, la relación fue más estrecha con Gustavo, no sólo por el apoyo que le brindamos a su candidatura, sino porque me tocó ser el responsable de coordinar el Plan Municipal de Desarrollo de Puerto Vallarta para su gobierno. En 2008 tuve la oportunidad de apoyar también al Doctor Jaime Cuevas, presidente municipal de Bahía de  Banderas, con la elaboración del Atlas de Riesgo del municipio. Podría agregar, igualmente, que en su momento, apoyé la campaña de Arturo Zamora a la gubernatura y a otros muchos amigos que han encabezado importante proyectos políticos en la entidad a lo largo de los años.
En los últimos años, también he tenido la oportunidad de apoyar  los proyectos de gobierno de otros amigos priistas, como fue la elaboración de los Planes Municipales de Desarrollo de Tonalá 2010/2012,  para el gobierno de Toño Mateo y  el de Jorge Arana, para el periodo 2012/2015. En fin, hace más de dos décadas en las que me ha tocado jugar de cerca en los proyectos del PRI, en los que hemos visto buenos y malos resultados; pero no por ello hemos dejado de participar directa o indirectamente en la vida política local.
He de reconocer que durante mi gestión como rector en el CUC, en el periodo 2004/2010, mantuvimos una postura crítica, pero no irreconciliable, frente a los gobiernos municipales locales, pues en política, unas veces nos distanciamos y otras nos mantenemos unidos. Por eso, si algo aprecio de la Fundación Colosio, es que se ha convertido en nuestro país y en nuestro estado, en un espacio plural, crítico y propositivo, para impulsar el debate, el análisis y la democratización del país y los partidos políticos. Ahora, nuestra tarea es fortalecer los vínculos entre la academia, la sociedad y el gobierno para que juntos construyamos una sociedad más justa, más humana y con mayor bienestar para todos.
En la actualidad sigo compartiendo muchos proyectos con grandes amigos, con quienes he tenido diferencias, pero no un distanciamiento; porque creemos que la política es sólo un ring de boxeo, en donde, quien gana, es la sociedad y los mejores proyectos. No niego que tengo buenos amigos en el PAN, el PRD, el PMC, el PRI o en otros partidos, pero ahora estoy convencido que tenemos la oportunidad de construir un México más fuerte, una economía más próspera y un partido más democrático para todos los mexicanos.
Muy recientemente tuve la oportunidad con conversar con Gustavo González Villaseñor, antes de que tomara el cargo de presidente del PRI en Vallarta; sobre el futuro de Puerto Vallarta, y coincidimos en la importancia de trabajar juntos para impulsar la participación y la unidad de las y los vallartenses para impulsar un desarrollo local más sustentable e incluyente. Ambos coincidimos en la importancia de hacer estudios, mesas de debate, foros de análisis y proyectos que involucren directamente a la sociedad civil, los empresarios, los universitarios y al gobierno municipal. Estamos convencidos que la alternancia en el gobierno es fundamental para generar sinergias; sobre todo porque favorece el desarrollo de la democracia y propicia una mayor conciencia sobre los buenos o malos resultados de los gobiernos locales en turno.
En realidad, independientemente del partido en el gobierno, la sociedad y todos  los actores políticos, tenemos  la responsabilidad de participar en las decisiones que marcan el rumbo y el desarrollo de nuestras comunidades. Por eso, desde la Fundación, seguiremos manteniendo una postura crítica, propositiva y participativa en aquellos proyectos que vayan encaminados a mejorar el desarrollo económico, la participación social y un mayor bienestar para toda la gente.
Febrero 27 de 2014

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