LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS CUBA- ESTADOS UNIDOS. Por Javier Orozco Alvarado.
LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS CUBA- ESTADOS UNIDOS.
Javier Orozco Alvarado
La reciente visita del presidente de los Estados Unidos a Cuba, significa para la isla el inicio de una nueva etapa en las relaciones diplomáticas e internacionales entre ambos países; especialmente en materia de comercio, inversiones y turismo en un futuro no muy lejano.
La realidad es que tuvieron que transcurrir más de cincuenta años para que los Estados Unidos levantaran el embargo comercial que impuso a Cuba después del triunfo de la revolución cubana en 1959. Paralelamente al bloqueo norteamericano Cuba comenzó a recibir apoyo de la entonces URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), quien en esa época encabezaba el bloque de países socialistas a nivel mundial.
El apoyo de la URSS a Cuba fue fundamental para que por algunas décadas el país contara con el respaldo económico, comercial, militar y tecnológico hasta la caída del bloque socialista a partir de 1991. Desde entonces Cuba comenzó a experimentar serias dificultades económicas debido a su fuerte dependencia comercial con el bloque socialista, particularmente debido a que el comercio de la isla estaba centrado fundamentalmente en las exportaciones de azúcar.
La dependencia comercial de Cuba era tal que el 85 por ciento de su comercio era con la URSS, por lo que a partir de la década de los noventa los cubanos enfrentaron grandes dificultades económicas. Especialmente porque la URSS era su principal mercado y el más importante proveedor de petróleo para ese país.
A decir verdad, tal como sucedió en la ex URSS, fue la enorme burocracia del Estado la que terminó por asfixiar al país, pues si bien la pobreza afectó a las grandes mayorías de la población, no toda la sociedad pasó por las mismas penurias, sobre todo porque una parte importante de esa burocracia siguió
manteniendo un no tan despreciable nivel de vida.
Hacia principios de la década del 2000 los intelectuales cubanos comenzaron a discutir la necesidad de rediseñar el modelo de desarrollo instrumentado hasta ese entonces, por lo que algunos cubanos se inclinaban por la reconversión del modelo exportador, reemplazando la mono exportación azucarera por un modelo centrado principalmente en el turismo. El debate se centraba en si debían seguir bajo el modelo socialista o en ir abriendo el país a la economía de mercado; de hecho, para aquel entonces mantenían ya una importante relación comercial con Francia, España y Holanda, con quienes habían intensificado de manera significativa la actividad turística.
Este nuevo modelo de desarrollo requería, sin lugar a dudas, un mayor volumen de comercio de consumibles para la hotelería, la restauración y los servicios, inclusive de transporte, el cual era abastecido por China. Desafortunadamente este nuevo modelo de desarrollo centrado en los servicios turísticos requería de un mayor consumo energético para el cual los cubanos no estaban preparados y parte de la tecnología que se requería para la extracción de petróleo era proporcionada por México, La extracción y el refinamiento del petróleo era tan rudimentaria que las gasolinas eran de muy baja calidad.
Es indudable que en un mundo en el que el comercio se ha convertido en un fenómeno global los países requieren de un amplio comercio multilateral y que posiblemente la reanudación de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos pueden significar en el futuro un mejoramiento relativo de las condiciones económicas para Cuba.
Esperemos que el gobierno cubano instaure un sistema de economía mixta y que no caiga en el mismo error en el que ha caído México, quien mantiene actualmente una dependencia comercial del 80 por ciento con los Estados Unidos y ello no ha significado, de ninguna manera, un mejoramiento económico para el país. Por ello, hacemos votos porque la reanudación de esta relaciones favorezcan a un país que, como Cuba, merece un trato digno después de sus enormes sacrificios para salir adelante.
Jueves 24 de Marzo de 2016.
