CHRISTOPHER CUEVAS
Los mitos de la felicidad
Si piensas que la felicidad implica siempre estar bien y de buenas, temo decirte que estás cayendo en un error. Un error un tanto común ya que la forma en la cual muchos definen el concepto de felicidad los pone, de entrada, en una mala posición respecto al poder alcanzarla o avanzar hacia ella. Lo que sucede con esto es que, al no tener un concepto correctamente definido, las personas terminan persiguiendo algo irreal lo cual conlleva no solo a que no lo alcancen, sino también a que constantemente vivan un ciclo de frustración y angustia por esto mismo.
Tomados como conceptos, la felicidad y la paz son dos palabras que significan muchas cosas diferentes para muchas personas. Para algunos va de la mano de la libertad, para otros de la diversión, mientras que para otros es simplemente un estado de relajación.
Sin embargo, por lo mismo que significa cosas diferentes para diferentes personas es la razón por la cual muchos caen en el error de mal definir y, por ende, caer en círculos de pensamiento disfuncionales. Esto es algo a lo que me gusta llamarle los mitos de la felicidad. Muchas veces en consulta me doy cuenta de que las personas están intentando alcanzar alguna especie de utopía emocional en donde siempre van a estar bien y de buenas y que quieren llegar al punto en donde realmente no mucho les afecte. Inclusive es a veces así tal cual como me lo piden en terapia. Por lo regular, son esos los momentos en que me doy cuenta de que el problema inicial es que están intentando obtener algo que no existe, cuestión misma que se alimenta de un mal concepto de bienestar y felicidad en si misma.
La felicidad, cuando es mal definida, hace que las personas sientan la presión de siempre tener que estar sonriendo, de siempre tener que estar de buenas, de siempre tener la mejor actitud, de siempre contar con una armadura emocional que los proteja de todos los sentimientos negativos y que así nada les afecte. Realmente piensan que esa es la meta y es triste y desafortunado, ya que es aún en esos momentos en donde me percato que las personas realmente hacen el intento por llegar a ese estado. Llega el lunes, por ejemplo, típico día para comenzar nuevas ideas y proyectos, y comienzan a esforzarse en sonreír más, en tener más paciencia, en no enojarse, en estar más energéticos, etc. Todo esto para que, a partir del jueves, sino es que antes, ya hayan estropeado su proceso de perfección cuestión misma que los lleva al punto de sentirse mal y angustiados por no lograr lo que se proponen. Ahora, es aplaudible el que las personas quieran mejorar sus vidas y no estoy diciendo que está mal hacer el intento, sin embargo, el punto es que como encasillan la felicidad en una caja de perfección en donde todo es bueno y bonito, se predisponen a tener que cumplir con dicha perfección también. Como lo defino como algo perfecto, yo también debo serlo y es aquí en donde está el error. En empezar nuestros procesos de crecimiento basados en metas y objetivos poco realistas y, por lo tanto, poco alcanzables. Es decir, en pensar que la felicidad está en siempre estar sonriente con la mejor actitud y energía cuando verdaderamente, este no es el caso.
Otros ejemplos de mitos de la felicidad son:
- Pensar que la felicidad es tener más cosas.
- Pensar que la felicidad es ganar más dinero.
- Pensar que la felicidad es que las cosas siempre salgan a tu manera.
- Pensar que la felicidad es experimentar puras emociones positivas.
- Pensar que la felicidad es tener una vida más perfecta.
- Pensar que la felicidad es ya no sentirte mal.
Como puedes ver, existen muchos mitos sobre la felicidad. Ideas falsas que nos ha dado la sociedad y existe, cuestión misma que de pronto nos lleva a caer en muchas falsas creencias sobre esta misma. Ideas en donde para ser feliz hay que tener una vida perfecta, no tener problemas y nunca sentirte mal, son claros ejemplos de esto mismo. Es por esto por lo que antes de intentar alcanzar un estado de paz y bienestar, es importante que a nivel conceptual lo tengas bien definido en tu cabeza y a lo que me refiero con “bien definido” es que, de inicio, no lo tengas tan idealizado ya que es así como la vas a hacer inalcanzable.
A todo esto, no te quiero dejar con la duda de no tener tan solo una definición de lo que es la felicidad. Sin embargo, antes que nada, es importante que entiendas que existen muchas definiciones y muchas formas de ver la vida, así que tampoco tomes mi definición como la real. Empápate e investiga sobre otras para que, a partir de ahí, puedas utilizar tu criterio y crear tu propia definición de lo que es la felicidad basada ya en el conjunto de información que ofrecen otras fuentes. Solamente recuerda que tu definición no debe ser utópica ni imposible de alcanzar. Así que bueno, sin más ni menos, te dejo mi definición. Una definición basada en muchos años de estudio, muchos años de experiencia psicoterapéutica y algunos otros de vida también.
Espero y te sirva en la búsqueda de tu verdad.
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Christopher Cuevas
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