Primer dia en preescolar.- Consejos para evitar las lagrimas.
El primer día de clases es un hito en la vida del niño que se siente grande porque empieza el colegio donde aprenderá a leer y escribir. Sin embargo, se trata de una situación nueva que lo puede asustar. Entonces es común ver escenas de llanto desesperado y de padres que no saben si irse con sentimientos de culpa o quedarse hasta que el retoño deje de llorar.
El preescolar ofrece muchos beneficios: puede ser un excelente lugar para que los niños interactúen con pares y aprendan lecciones de vida valiosas, como saber compartir, esperar su turno y seguir reglas. Cuanto más cómodo esté usted acerca de la decisión y cuanto más familiar pueda hacerse el entorno para su hijo, menos problemas enfrentarán usted y su pequeño.
Aliviar los temores de su hijo, Hay que enfatizar que el niño ya está grande y que en la escuela va a aprender cosas nuevas y encontrar amigos. Introduzca gradualmente a su hijo en las actividades que suelen desarrollarse en un aula. Para un niño acostumbrado a hacer garabatos con papel y crayones en casa, por ejemplo, será reconfortante descubrir los mismos crayones y papel en su sala de preescolar.
Hacer algunas visitas antes del inicio de las clases también puede facilitar la entrada a un territorio desconocido, deje a su hijo explorar y observar el salón y decidir si quiere interactuar con otros niños. La idea es familiarizar a su hijo y dejar que se sienta a gusto. Demasiado énfasis en el cambio podría empeorar la ansiedad. Los niños pequeños pueden captar las señales no verbales de sus padres. Cuando los padres se sienten culpables o preocupados por dejar a su hijo en la escuela, este probablemente lo percibirá.
Te sugerimos que con anticipación organices la rutina que realizarás con tu hijo el primer día de escuela, durante las vacaciones prepara su material y uniforme.
El día de entrada a clases hay que estar tranquilos y demostrar empatía, con tranquilidad vuelva a presentarle al maestro a su hijo; luego tome algo de distancia para que el maestro pueda comenzar a establecer una relación con el niño. Su aprobación del maestro le mostrará a su hijo que se sentirá feliz y seguro al cuidado de él.
Siempre despídase de un modo cariñoso, pero luego de hacerlo, debe irse enseguida. Nunca se marche a escondidas. Aunque parezca tentador, marcharse sin despedirse puede hacer que los niños se sientan abandonados. El período de adaptación suele durar una semana, con una eventual recaída el lunes siguiente tras el fin de semana con los padres