“Sin motivación y sin esperanza, no hay vida”: Gilabert Juárez
El profesor investigador del CUCosta reflexiona en su nuevo libro sobre la vejez
Un compendio de testimonios de personas de la tercera edad, quienes comparten con el lector su experiencia personal, integran Vida de primera en la tercera edad. Reflexiones sobre la vejez, la nueva obra del profesor investigador del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), doctor César Luis Gilabert Juárez.
El libro es el resultado de la convivencia del autor, a lo largo de cinco semestres consecutivos en talleres sobre calidad de vida y tiempo libre, con los participantes del Sistema Universitario del Adulto Mayor (SUAM) del CUCosta.
“He tenido la oportunidad de tener mi laboratorio propio durante prácticamente cinco semestres en los que convivo con alumnos que saben mucho más que yo en cosas de la vida, entonces la retroalimentación y la intensidad con la que participaron fue muy grande”, explica el doctor en Ciencias Sociales.
Para el autor de Los moribundos, carecer de una motivación definida a cualquier edad es el equivalente a morir en vida: “Hay muchas personas que cuando carecen de actitud, de motivación, cuando pierden la esperanza, prácticamente es como si hubiesen muerto; su cuerpo sigue en vida, pero su espíritu ya está anestesiado”.
De las experiencias compartidas por los adultos mayores del SUAM en Puerto Vallarta, Gilabert llegó a la conclusión de que el secreto es mantener y prolongar tanto como sea posible la actividad física y la autonomía; sobre todo, en una etapa tan sensible de la vida como la tercera edad.
Influye también en ello el desarrollo de la inteligencia emocional, es decir, entender la diferencia entre lo que se siente y lo que se piensa, y privilegiar uno u otro de acuerdo a las circunstancias que se presenten en la vida.
“Aprender a ver, parece que es algo trivial. Pero cuando se aprende a ver, la atención que uno le dedica al mundo es pagada con emociones estéticas. Si no estás entrenado para ver, simplemente registras el mundo, pero tu mirada no te enriquece. Entonces se trata de aprender a ver, aprender a escuchar, aprender a sentir…”.
Recomendó el autor “sacarle partido” al ritmo pausado, parsimonioso que caracteriza a la vejez, en lugar de verlo como una desventaja; idea que, dijo, está fundamentada en una noción errónea y sin fundamentos que asocia a la tercera edad con la senilidad y la decrepitud, que muy frecuentemente se traducen en discriminación hacia los ancianos.
“A las personas que alcanzaban cierta edad en la antigüedad, les llamaban anciano: el que está antes que nosotros, el que nos antecede. Es un anciano porque llegó antes y probablemente se vaya antes que nosotros, pero es una biblioteca andante, una acumulación de sabiduría. Y tiene una prioridad. La idea de la vejez no necesariamente pasa por otros conceptos que se le han ido sumando a este contenido”.
Concluye el autor de Vida de primera en la tercera edad. Reflexiones sobre la vejez, con una reflexión positiva atribuida al escritor español Francisco de Quevedo que invita a transformar la situación despreciativa hacia la ancianidad: “Todos queremos llegar a viejos porque eso implica que no nos hemos muerto antes. Los viejos son ganadores porque si no llegaste a viejo, ya te moriste”.
Vida de primera en la tercera edad. Reflexiones sobre la vejez está disponible a la venta con el propio autor, a través del correo electrónico: cesitar61@hotmail.com, y será presentado en diciembre próximo, en el marco de la XXX edición de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara (FIL). ■