El Síndrome de Burnout, “Síndrome del quemado” “quemamiento”, “desgaste profesional” Es una respuesta al Estrés laboral crónico y una experiencia subjetiva con sentimientos, cogniciones y actitudes de tipo negativas, que implican alteraciones con consecuencias desfavorables para el individuo en su calidad profesional, afectando su satisfacción sexual y la calidad de vida.
El Síndrome de Burnout, está asociada con profesiones que tienen vinculación directa con otras personas en el ámbito de salud, como enfermeras, médicos trabajadores sociales, y en particular en ambientes cerrados como terapias intensiva, salas de quemados, consultorios, así como también afecta a las personas que atienden la violencia familiar. Se evidencian características como el agotamiento físico, y emocional, irritabilidad, dificultad para enfrentar las situaciones levemente estresantes, despersonalización, caracterizada por excesivo desapego e insensibilidad hacia los pacientes o personas que están a su alrededor, bajo rendimiento laboral con sentimientos de impotencia y una disminución progresiva del deseo sexual y por ende conflictos de pareja, que trae consigo muchas veces la separación o divorcio de la pareja.
Tomando en cuenta que el deseo sexual es el impulso elemental, que anhela el contacto íntimo de otro cuerpo para provocar y recibir sensaciones sexuales, el síndrome de bournot lo afecta, por la pérdida de energía, la sensación de agotamiento alternado muchas veces con la Depresión y la hostilidad en la relación de pareja, agravando el desapego por la familia, las actividades sociales, recreativas y por ende el deseo sexual se anulan. Como factor estresante los más significantes son la sobrecarga laboral, los recursos materiales deficientes, la comunicación escasa y ambigua, el peligro al contagio, los bajo sueldos y la falta de motivación por parte de los directivos, agregándose a esto los compromisos familiares como la atención de los hijos, de la pareja y los conflictos que pudieran presentarse, también están los factores asociados a la insatisfacción marital, relaciones familiares empobrecidas, supresión de la actividad física y recreativa.
El más vulnerable son los jóvenes debido a la falta de estrategias de adaptación y para enfrentar los problemas que se le presentan; también la personas con alta sensibilidad emocional autoexigentes, idealistas y perfeccionistas. De allí que se recomiendan algunos antídotos para identificar y prevenir el Síndrome de Burnout:
Ejercicios físicos de tipo aeróbicos, alimentación adecuada y eliminación de hábitos autodestructivos, expresar sentimientos, deseos y necesidades adecuadamente, analizar en conjuntos los conflictos de pareja y sus manifestaciones sexuales, reorganizar la forma de percibir la situaciones estresantes, identificar y modificar los pensamientos irracionales, técnicas de relajación.